martes, 20 de marzo de 2012

A ti, amor

Por Angie Leal Rodríguez.


A ti, amor:

Hoy, después de tantos meses callando esto que siento, tratando de reprimir el remolino de sentimientos que aceleran a mi corazón, por fin he tomado la valentía que necesitaba para confesarte lo especial que eres para mí.  Nunca pensé que el amor fuera algo como esto, cierro los ojos, te pienso e inevitablemente sonrío… ya sé, parezco una tonta ¿pero qué se le va a hacer? El amor es así… Un suspiro se me escapa.
Corazón (porque te puedo llamar así, dame ese gusto, aunque sea por esta vez), aquí en la tranquilidad de mi recámara mientras escucho el canto de las aves y el baile del viento a través de la ventana vengo a confesarte que te amo… (¡Qué bueno que de amor nadie se muere, que si no! Me tiemblan los dedos torpes sobre el teclado, mi corazón apresura el ritmo, estoy nerviosa y emocionada); la sutileza no es lo mío. Sí, te amo como jamás imaginé amar a nadie, te amo de una forma tan única y especial que has venido a darle sentido a mi vida, no deseo otra cosa que no sea  estar a tu lado, amarte hasta el final de nuestros días, perderme en tu mirada transparente y disfrutar tu sonrisa dulce hasta el momento de robarte un beso. Imagino lo que será estar entre tus brazos, sentir tu corazón latir al ritmo del mío, estremecerme contigo, sonreír juntitos mientras no dejamos de abrazarnos y darnos besitos inocentes y tiernos.
No sé si alguna vez haya pasado por tu mente la loca idea de imaginarme como algo más que una buena amiga, por mi parte, desde la primera vez que crucé palabra contigo me di cuenta de que eras especial, con el tiempo y poco a poco te fui conociendo hasta que te volviste alguien indispensable en mi vida; un día en el que no hablamos es un día vacío, oscuro, me haces falta para vivir, necesito escuchar tu voz, necesito que me digas que sientes lo mismo que yo, que todo este amor que inunda mi corazón es correspondido y que me amas tanto como yo a ti.
Mi cielo, el solo hecho de evocar tu imagen transforma un día gris en un día lleno de color, tienes el poder de cambiar mi estado de ánimo con una palabra tuya, te escucho y el mundo se paraliza, nadie más existe, solo tú y yo. Igual me pasa cuando pasamos horas hablando por internet, la distancia no es obstáculo para nuestro amor, de lejos nació y así ha ido creciendo día con día. Amarte es lo más bonito que me ha pasado en la vida y lo que más deseo es que tú sientas lo mismo que yo, que nuestros corazones sean uno solo a pesar de todo, y que esto que siento por ti sea tan grande que alcance para los dos.
Es posible que esto que hoy te confieso no sea algo nuevo para ti, seguramente ya lo intuías, no soy muy buena para esconder lo que siento, de repente se me pudo haber salido alguna frase que te hiciera sospechar algo quizás, y no me siento mal ni nada parecido, al contrario, fui cobarde por no habértelo dicho antes, el amor no se debe callar bajo ninguna circunstancia, jamás. Ni tampoco es algo que avergüence, al contrario, el amor engrandece y enorgullece, ¡afortunados somos quienes podemos sentirlo!
No está demás decirte que si tú sintieras lo mismo por mí, mi amado Juan Esteban, me harías la mujer más feliz del mundo. A ver, por un momento sé sincero contigo, escucha a tu interior, cierra los ojos, imagíname ahí a tu lado, frente a ti, mirándonos a los ojos, ¿no se te acelera el corazón?, ¿no te tiembla la voz?, ¿no te dan ganas de abrazarme y decirme que me amas? ¡Mmm…! ¡Lo que sería sentir nuestros labios unidos en un beso de amor!
Me siento liberada al haberte confesado lo que provocas en mí, ahora solo espero que no vayas a cambiar el concepto que tienes de mi persona ni que vayas a pensar que soy una sobrona ni nada parecido, solo digo lo que siento, y siempre voy a defender ese derecho, además, ¿quién dijo que estar enamorada era malo? Nadie… así que, te lo recuerdo una vez más, mi Juan: Te amo con todo mi ser y si hubiera otra frase más significativa te la diría una y mil veces. ¡Te amo! ¡Te amo, mi churrito a medio cocer! ¡Te amo, mi flaquito descolorido! ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo!
Te confieso que en el fondo albergo la esperanza de que sientas lo mismo por mí, algo me dice que así será, y eso me pone muy feliz, ya que si es lo contrario, pues no me pondré a llorar, romperás mi corazón y mis ilusiones, te pido por favor que no me ofrezcas tu amistad porque no podría ser tu amiga amándote como te amo.
Te lo digo una vez más porque me encanta decírtelo: ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo!
Con todo el amor….

3 comentarios:

  1. Pero qué letra tan chiquita! ¿No podrías aumentarla un poquito? Es que se me dificulta leerla :(

    ResponderEliminar
  2. Que buena que esta, como transmite los sentimientos! Que gran carta! Felicidades, esta genial! Camila

    ResponderEliminar