lunes, 31 de julio de 2017

Pero solo la oscuridad me ama

Por Evelia Garibay.

INTRODUCCIÓN
Cuando me preguntan si recuerdo el momento exacto en que nacieron mis historias puedo contestar que sí en algunos casos, por ejemplo, la idea para Eso me vino a la cabeza cuando escuchaba el sonido de los tacones de mis botas sobre un puente de madera mientras pensaba en una canción infantil, como este ejemplo podría darles varios más pero esto no es lo que nos ocupa el día de hoy sino esté pequeño relato que escribí junto a mi hijo Joe.
Una tarde vino Joe de visita y me enseñó una página en dónde se perfilaba la historia de un tipo cualquiera en un bar hablando con una mujer sumamente hermosa, tan hermosa que no se atrevía a mirarla de frente, después de leerla varias veces nos pusimos a garabatear ideas en un cuaderno, al final de la visita guardé su hoja mecanografiada con la mía llena de mi, a veces, indescifrable letra y por desgracia nos olvidamos de ella hasta que llegó el momento de hacer espacio en mi atestado despacho y llevé esta historia, junto con algunas otras, a la Biblioteca Raymond H. Fogler en dónde pueden encontrarla, si es que les interesa, dentro de la caja  número 1012.
Por alguna razón estos personajes reaparecieron en cabeza hace unos días y se que no me van a dejar en paz hasta que vuelque su historia en palabras, pero no solo quieren eso, quieren que cuente la historia en forma de guión televisivo, quizá entre mis lectores constantes haya alguno que quiera llevar a la pantalla esta pequeña historia.
Pues allá vamos mis Lectores Constantes, espero que la mayoría de ustedes disfruten con esta colaboración entre mi hijo mayor y yo. Y si no la disfrutan espero que puedan perdonarme y lean alguna otra cosa.
Largos días y placenteras noches les deseo a cada uno de ustedes.
STEPHEN KING                                                                                                   Bangor, Maine, 30 de julio del 2017


PRIMERA PARTE
EL BAR
I
FUNDIDO
1
Exterior, calle fuera del hotel, Ledge Cove, Maine. Noche.
La calle está desierta, vemos a nuestro personaje principal masculino desprenderse de las sombras y cruzar la vía para entrar en el hotel. En la fachada distinguimos un gran letrero que dice: Bienvenidos a “La Convención” con grandes letras doradas perfiladas en negro.
FUNDIDO
2
Interior, lobby del hotel. Noche
Hay algunas personas en el lobby del hotel, sentadas en parejas o en grupos más grandes, riendo y pasándoselo bien, al lado izquierdo del escritorio de recepción están los elevadores y podemos ver algunas parejas muy acarameladas listas para seguir la fiesta en sus habitaciones. Del lado derecho están las puertas que conducen al bar del hotel, algunas personas salen ya es tarde y quedan pocos clientes.
Entra a cuadro Lucien. Lleva un sombrero cuya ala le ensombrece la cara y una gabardina negra larga, con el cuello levantado, no se distinguen sus facciones. Toda su indumentaria es negra excepto por la camisa que es blanca.
FUNDIDO
3
Interior, bar. Noche
Lucien entra en el bar y lo recorre con la mirada, el lugar está prácticamente vacío solo quedan algunos clientes en la mesa del fondo y una pelirroja vestida con un ceñido vestido gris claro sentada en uno de los taburetes del centro de la barra. Ella parece sentir su mirada y levanta la vista hacia el gran espejo que ocupa toda la pared detrás de la barra, en ese instante Lucien se quita el sombrero y cubre su cara con el, sus miradas no se encuentran. Ella inclina su rostro como para concentrarse en su bebida y él se dirige hacia ella.
Lucien toma asiento junto a ella.
LUCIEN: Hola Ángel.
Ella se estremece pero no voltea a verlo.
ÁNGEL: No puedo creer que estés aquí.
LUCIEN: Yo tampoco, estuve a punto de no venir pero me dije a mi mismo: ¡que diablos! Han pasado tres años bien puedo darme el lujo de ir un momento y conversar.
ÁNGEL: ¿Solo un momento?
Ángel sonríe pícaramente como si su intención hubiera sido preguntar ¿solo conversar?
El cantinero se acerca.
CANTINERO: Buenas noches señor, bienvenido a “la convención” ¿qué le sirvo?
LUCIEN: Whiskey en las rocas por favor.
El cantinero se retira a servir el trago mientras Lucien se acerca a Ángel pero sigue sin mirarla de frente.
LUCIEN: Estas hermosa Ángel, como siempre.
ÁNGEL: ¡Adulador! Deberías decírmelo de frente.
Lucien frunce el entrecejo y se retira unos centímetros como si ella lo hubiera golpeado.
LUCIEN: Lo haría si pudiera y lo sabes.
El cantinero coloca el trago frente a Lucien y se retira, él levanta el vaso y lo inclina un poco hacia ella.
LUCIEN: Por los reencuentros.
ÁNGEL: Y por lo que pueda pasar en ellos.
Brindan y ambos beben, claramente podemos ver como suspiran cuando dejan sus vasos vacíos en la barra, la mano izquierda de Lucien casi roza la mano derecha de Ángel.
ÁNGEL: ¡Tres años! Ahora que estoy aquí siento que se fueron volando.
El camarero se acerca y rellena los tragos.
ÁNGEL: Aunque no puedo decir que las cosas hayan cambiado, en realidad todo sigue igual, la misma monotonía de siempre.
LUCIEN: No te creo, ¿cuántos años tiene Taylor ahora? ¿quince? Las cosas definitivamente deben de ser más interesantes que cuando tenía doce.
Ángel pone cara de fastidio y apura el trago, cuando el camarero se acerca le arrebata la botella de las manos y se sirve ella misma. Lucien le quita la botella, rellena su trago y devuelve la botella al cantinero.
ÁNGEL: Se nota que tú no tratas con adolescentes ¿doce? ¿quince? No importa, siempre hay un pretexto para hacer drama y para decir que no vale la pena vivir ¡no tienes idea de la cantidad de navajas de afeitar que he tenido que esconder para que a Taylor no se le ocurrieran malas ideas! Y encima el mentado Netflix y las redes sociales presentando el suicidio como una opción viable para llamar la atención ¡Claro que llamas la atención! Lo que no se ponen a pensar es que ya no estarán ahí para recibirla.
Poco a poco su voz sube de volumen, cuando llega al final de su discurso toma el vaso con las dos manos como si estuviera anclándose a la realidad.
ÁNGEL: Lo siento, han sido tres años pesados, lo único que me ha ayudado a superarlos es saber que este día llegaría y tener la certeza de verte aquí, por un momento me asuste cuando comenzó a hacerse tarde y tú no aparecías.
LUCIEN: Estuve a punto de no venir.
Lucien toma la mano de Ángel y entrelaza sus dedos. Ella vuelve su rostro hacía él y mira su perfil estupefacta, no puede creer lo que está escuchando. Él sigue mirando al frente.
LUCIEN: Para mi estos tres años han sido maravillosos y muy productivos, se puede decir que la balanza se está inclinando a nuestro favor, por cada navaja que tú escondes yo pongo diez al alcance de manos necesitadas de “sentir algo, lo que sea” o para los que quieren terminar con todo de forma rápida. Lo que no saben es que cuando terminan “aquí” siguen “allá” y “allá” es donde a mi me importan, donde los quiero para que por toda la eternidad sigan alimentando el fuego que necesitamos, que necesito para seguir existiendo, para seguir influyendo; para que las redes sociales sigan haciendo ovejas fáciles de manejar por mi, ovejas que cada vez pasan más de ti y de los tuyos Ángel, lo siento, pero así son las cosas y así seguirán siendo hasta el fin.
Ángel lo mira con horror pero no suelta su mano, poco a poco su expresión se vuelve una de aceptación.
ÁNGEL: Sé como son las cosas, estoy aquí por ti y lo sabes, esta “Convención” es el único día en que tenemos permitido fraternizar con el enemigo, olvidarnos de nuestras responsabilidades, de nuestras diferencias y de la lucha constante entre nuestros bandos. Hoy solo quiero que seamos tú y yo en mi habitación, sin nada entre nosotros.
Ángel se levanta y conduce de la mano a Lucien hacia la salida del bar.


FUNDIDO
4
Interior, Lobby. Noche
Ya es muy tarde y el Lobby esta desierto, están casi frente a los elevadores cuando Lucien se detiene.
LUCIEN: Espera Ángel, no voy a subir.
Ella mira sin comprender el pecho de él, en ningún momento levanta la vista para verlo a la cara. Lucien toma su mentón y la obliga a mirar hacia arriba, horrorizada ella se tapa la cara con las manos.
ÁNGEL: ¿Qué haces? Lo único que no tenemos permitido es mirarnos de frente a los ojos. ¡Por favor Lucien! Sube conmigo, te necesito. Han sido tres años de no poderte sacar de mi mente. Te quiero.
Lucien obliga a Ángel a descubrirse la cara, la mira directo a los ojos aunque le hace daño.
LUCIEN: Se que me deseas Ángel, puedo sentirlo y yo también te deseo con la misma lujuria o incluso más por ser quien soy. Te creo cuando dices que me quieres y que constantemente piensas en mi pero lo que yo quiero es amor. Un amor al que pueda mirar de frente sin sentir el dolor que siento cuando miro tu increíble luz. Esta es la última vez que nos vemos Ángel, por fin lo comprendí. Sé quien soy y sé lo que soy y por fin estoy dispuesto a entregarme por completo y a admitir que solo la oscuridad me ama.
Lucien le besa la frente a Ángel. Da media vuelta y sale por la puerta del hotel dejándola a ella sola y con el rostro bañado en lágrimas.
FUNDIDO A NEGRO.
FIN


- FIN -

Consigna: Título: «Pero solo la oscuridad me ama». Esta historia presenta a un muchacho hablando en el bar con una chica que es demasiado hermosa y a la que solo puede vérsela de reojo o a través de parpadeos. Ella invita al joven a su hotel, pero él solo accede a ir hasta el lobby, no a la habitación.

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