jueves, 22 de marzo de 2012

Hola, Pepe

Por Palomba Lainez.



Hola Pepe:

Después de todo este tiempo transcurrido, al fin, adquirí el valor suficiente para revelarte mis verdaderos sentimientos y este secreto quizás egoístamente guardado. Jamás pude borrarte de mi mente.
Tu recuerdo vive aún en mis sueños. En esas noches revives tan intensamente esos momentos vividos en nuestra adolescencia que en la mañana despierto con una sensación mezcla de felicidad y desconsuelo. Sufro por ya no tenerte y no poder saciar la sed que mi cuerpo reclama y solo tú podrías calmar. No entiendo lo que me pasa, como puedo seguir pensando en ti. En esos momentos soy una mujer infiel, luego todo vuelve a la normalidad y me entrego en cuerpo y alma a los brazos del hombre que amo y llena mis días con todo su amor. Siento como si dos mujeres vivieran en mí: aquella a la convertiste en mujer y la que hoy soy. Vivo entre dos culpas: la infidelidad, de pensamiento, pero infidelidad al fin y la verdad que por todos estos años te oculté y hoy voy a revelarte.
Mi otro yo no olvida a aquel muchacho flacucho de largos cabellos castaños, ojos pardos y el original lunar de su nariz. Como verás en ti también conviven dos Pepes: el adolescente de ayer y el hombre de hoy.
Que linda esa época en la que compartíamos el esplendor de nuestra juventud. Estudiábamos, disfrutábamos las salidas con nuestros amigos, los días del estudiante, los picnic de la primavera…. Todo era felicidad… hasta el fatídico instante que marcó mi vida para siempre. Al salir de mi clase encontré aquel niño que lloraba intensamente; entro sollozos balbuceaba estar perdido y me imploraba que lo llevara a sus casa. En mi inocencia accedí: quien imaginaría que utilizaran a un niño para cometer delito. Al llegar allí, a pesar de mis forcejeos y gracias a la oscuridad de la noche y la soledad reinante en dicho suburbio, fui introducida  raudamente en aquel lúgubre caserón. Todo allí olía a suciedad y a marihuana. Así fui sometida por ese vil sujeto que se apoderó de mi cuerpo de mujer. Nunca recordé con claridad como huí de allí solo en la niebla de mi memoria me veo desorientada deambulando por las calles hasta regresar a mi hogar.
Desde ese día mi vida fue un antes y un después. Por mucho tiempo no podía imaginar el futuro como si mi vida se hubiera detenido en ese día que no podía borrar. Fue muy duro de sobrellevar, sólo los años de terapia lograron atenuar el dolor. No quería que nadie se enterara de lo que me había sucedido y solo dentro de los límites de mi hogar el secreto podía estar a salvo.
Así fue como repentinamente, simulando una nueva propuesta laboral de mi padre, nos mudamos de ciudad.
No podías entender ni creer lo que te decía cuanto te conté que nos íbamos y además de dejar mi ciudad natal te dejaba a ti. Sé que me habrás odiado en aquel momento pero como podía contarte. Si me moría de vergüenza. Me sentía sucia, manchada cada vez que el recuerdo afloraba en mi mente. Como podía seguir a tu lado fingiendo que todo estaba bien.
Ya han pasado dieciocho años y creo que ya es tiempo de desenmascarar el pasado. Admito que deberé afrontar las consecuencias pero ya no puedo más con este secreto y esta duda que se fusionan, agigantándose, agolpan mi corazón por salir.
Casi al mes descubrí que un nuevo ser crecía en mí. Fue muy duro asumir que quizás tendría un hijo fruto de una violación. Dudaba porque bien podría ser tuyo. Pero saber la verdad implicaba mi vergüenza al salir a la calle y sentir las miradas clavadas en mí. Así decidí callar.
Ya no debo seguir siendo egoísta. Mi hijo ya conoce parte de esta historia y ahora al conocerla tú, los dos tienen el derecho de saber si son padre e hijo. Solo resta que estés de acuerdo en someterte a un análisis de ADN.
Escribiendo estas líneas, rememorando nuestra vida juntos y ante la posibilidad de que este hijo sea nuestro, descubrí algo muy importante: volví a ser una única mujer, la que te sigue amando y espera que comprendiendo lo que ha sufrido, puedas perdonarla. Tengo mucha fe que gracias al amor que me tenías puedas hacerlo.

                                                                                           Tu fiel amor de adolescencia.

1 comentario:

  1. Wow Que gran carta, con tanta informacion y con una gran historia! Muy buena! Felicidades al autor/a. Cami

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