jueves, 22 de marzo de 2012

Raúl

Por Carmen Gutiérrez.


Raúl:

Primero que nada quiero disculparme de antemano por escribir esta carta. He repasado muchas veces lo que tengo que decirte, pero aún no encuentro las palabras adecuadas.

Hoy desperté pensando en ti, es algo que me pasa muy seguido ultimamente y traté de no darle importancia. Pero supe que por mas que lo intentase, tu nombre me vendría a la mente todo el día. Me molesta eso, ¿sabes? Es engorroso el sentir algo tan grande por alguien quien con seguridad no piensa en ti. No me gusta.

Así que como resultado estoy molesta. Por ser tan tonta. Por dejarme atrapar en un sentimiento que no me lleva a ningun lado. ¿Qué carajos espero obtener de esto? ¿Qué puedo pedirte si yo misma no tengo nada que ofrecerte?

En fin. Que he pasado toda la tarde buscando tus defectos y tratando de hacer que te vayas al cuerno y te salgas de mi corazón. No sabía que fuese tan dificil. ¿Tal vez si te imagino disfrazado de payaso...? No. No funciona. Los colores rojos y azules le dan un tono a tu piel que...

A ver... trataré de recordar algo que me moleste de ti... ¡Bien! Encontré algo... pero creo que culpar a la geografía por haberte hecho nacer en Argentina no es buena idea. Ademas los argentinos me caen bien. Con ese acentico, ese tonito de voz. El romanticismo que le imprimen a las frases mas simples... No es muy buena idea... Entonces... Ya sé. Eres demasiado solitario para mi gusto. Pero creo que eso tampoco es un buen motivo para dejarlo... Al contrario. Si tu estuvieras conmigo ya nunca más te sentirías solo. Estaría a tu lado día a día apoyandote en esta loca empresa que tomaste al escribir. Dedicaría mis mañanas y mis noches para que sintieras mi presencia y esto es lo que me molesta. Que no sabes esto que siento por ti. Aunque mis letras me delaten y mis acciones no puedan disimular el hecho de que me estremezco sólo de pensarte. Dios mio, Dios mio. Que cursi me siento. Entonces ¿Qué haré? Nada, pues nada puedo hacer.

Nada. Me he quedado en blanco frente a la pantalla. Ya no pensaré mas. De todos modos ¿Qué? Pienso en las noches que podriamos pasar juntos. Las caricias que mis dedos anhelan plasmar en tu piel. Esos besos que deberían ser para mi. Ese saludo que debería de escuchar yo primero que nadie. Entonces mandaré todo al caño y no seré mas la que espera. Dejaré de creer que llegaríamos a algun lado. Porque no soy nadie, no soy suficiente para que dejes nada. Bueno, no es cierto. Soy mucha mujer. Soy mucha mujer esperando de todos modos. 

¡Diablos! Los boletos de avión a Argentina son carísimos. Creo que mi bipolaridad me obliga a renunciar a ti y al mismo tiempo buscar el medio para verte. ¿Ves? Así o más loca puedo estar...  

Debo confesar que escribir esto me resulta más dificil que quedarme callada. Es injusto que te lo diga, lo sé. Pero no puedo ignorar algo que me sale por los poros. Suelo decir lo que pienso y lo que siento aún sabiendo que es una locura. Pero la locura es una genialidad para algunos. 

¿Qué puedo ofrecerte yo? Es muy vanidoso de mi parte el pensar que marcaré una diferencia en tu vida. Yo, que mi corazón tiene mas agujeros que un colador. Me consolaré pensando que esto que siento por ti se evaporará con el tiempo y no lo recordaré en unos meses... años... o días. No puedo prometer algo "para siempre" porque no hay nada "PARA SIEMPRE" y menos conmigo. Creo que por tu bien me mantendré alejada. La gente a mi alrededor siempre sale lastimada y no quiero eso para ti. Dicen que no se puede gobernar en el corazón pero yo si puedo. Te sacaré de ahi, de ese oscuro y rojo rincon y me dedicaré a olvidarte. Es lo mejor. Comienzo en uno... dos... tres... cuatro... ¡Listo! Olvidado. ¿De qué escribía? ¡Oh, si! De que me iba a olvidar de ti y de todo las tonterias que siento por tu adorado ser. De que iba a dejar de pensar en ti por las noches y por las mañanas. De que dejaría el tiempo pasar hasta que suprima las ganas de decirte "Te quiero".

¡Oh, Dios! Ahí estoy otra vez. Bueno... Te quiero, Raúl.  Creo que esto será más duro de lo que pensé.

La verdad es que esto me lo tengo merecido.Pero si yo ya sabía que todo esto pasaría ¿cómo diablos fui a caer? (Creo que esa es una cancion... creo que sí)   Yo no quería conocerte. No tenía ganas de hablarte ni de acercarme a tí. Pienso que si me hubiera mantenido firme en mi propósito esto no estaría sucediendo. Pero ahi voy. Sin aprender. Voy a quemar esta carta. Voy a pensar en tus hermosos ojos negros mientras la quemo, voy a recordar tu boca, a pensar en tus manos y a desear que todo se borre con las últimas cenizas. No debes saber que esto está pasando. ¿Qué dices, pequeña vocecita interior? ¿Qué tengo que enviarla para el ejercicio? ¡Oh, Dios! Es cierto. Bueno, así tengo el consuelo de que puedas pensar que todo esto es ficción.

Tengo que terminar esto, porque dialogando "conmigo misma" no termino. Sólo espero que sepas apreciar esta carta. Que sepas que aquí estoy. Desde este lugar tan alejado y  pensando en tí. Espero que cuando mires las estrellas recuerdes que hay una pequeña y minúscula mujercita que estará soñando con tus ojos mientras intenta quemar la pantalla de la computadora. ¡Ah! y que se está zampando un kilo de chocolate a tu salud. Espero que no me haga daño.

Te quiero, Raúl... y no sabes cuanto... 

Atentamente: 

.....


1 comentario:

  1. Ahhhhhhhhhhhhhhhh Raúl, tienes una admiradora en serio???? jaja Muy linda carta! Me gustaron muchas frases, y lo mejor creo que es la intriga. :) Camila

    ResponderEliminar