Por Ricardo José Vega.
Fué en la hora mas dorada
de la oración vespertina/
el campo estaba cansado
el campo se recogía…
El capataz dió la órden…:
” -seguiremos de mañana!”-
transmitida con silbidos
y el tañir de una campana …
se quitaron los sombreros /
y ” el jerezano” es quien habla /
con una oración muy sencilla/
pero salida del alma
donde se agradece todo
la amistad…el pan y el vino/
el buen jornal y la paga/
…pero tambien pide cosas
del cielo
como es el agua
que sin ella no hay cosecha
ni habrá jornal
ni habrá paga.
El silencio se hizo noche /
no se escuchan ya las máquinas
se recogen escudillas, /
platos, cantiles, navajas/
que estaban desde el almuerzo …
en el Paiol abandonadas
llegan estrellas muy pálidasl
y se encienden los candiles
pá alumbrar la vuelta a casa
…donde esperan los problemas
mientras el campo descansa.
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