Por Ricardo José
Vega.
Yo viví , Bell Ville , en tus fronteras,
cuando era un buen chico de diez años
y tengo alegres recuerdos de tu río...
donde alguien una vez, pescó un dorado...
y en el club comercial, embalsamado...
... - para que nadie lo negara- ...lo colgaron.
Tambien me dejó huella
en la memoria...un campo de Golf...
una tropilla de burros y de mulos...
un lindo hotel de esquina ...
El Provincial, me parece se llamaba
- me vigilaban sus paredes amarillas...-
su sopa era especial - espesa y fina -
y era de rulos, de caracol,
blanda y dorada,
su arredondada mantequilla...
Había un Café que servía chocolate
y tenía una vitrola de moneda
podía yo elegir 30 canciones
de forma simple ...era un botón apenas
pero mi corazón se soltaba disparado
cuando pedía el auxilio, de " la vitrolera"
que era una linda rubia muy sonriente
que andaría por las veinte Primaveras...
Hoy me deja feliz, Bell Ville, en estas lineas...
dejarte mi saludo y mi homenaje
lamento no haber vivido mas en tus orillas
para hacer mas suculento este mensaje.
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