Por Evelia Garibay.
Un lugar en el
mundo, 27 de marzo de 2012
Mi amor:
Te miró sentado frente a la
ventana observando el jardín, tu doctor me dio las hojas en dónde volcaste tu
interior, él quiso hacerme perder la esperanza, hacerme ver que tú mente esta
más haya de lo racional pero para mí es una esperanza, es la prueba de que
quieres regresar a mí, cuando me las dio el engreído psiquiatra me miró y me
dijo que estaba considerando agregar “personalidad múltiple” a tu cada vez más
grueso expediente, el muy idiota no tiene idea de quién es Bill Denbrough y por
supuesto no tiene idea de nuestra broma privada al decir que tú eres Bill y yo
Audra, porque queríamos que nuestro amor fuera como el de ellos, un amor tan
grande y verdadero que siguió existiendo aún después de enfrentarse al
aterrador “it”.
Sostengo las hojas e incluso
antes de comenzar a leer suelto una carcajada ante los asombrados ojos del
psiquiatra, las hojas están llenas de tu pulcra escritura, sin apenas espacio
entre las palabras, en vez de ser Bill quién escribió esto más parece que fue
Harold Lauder quién lo hizo, mi risa muere abruptamente en mi garganta y deseo
que no sea Flagg quién tiene tu mente perturbada, la última bomba atómica a la
que le podía echar el guante se me escapo por una nada. No es gracioso ya lo
sé, pero de alguna forma tengo que sobrellevar esto, quiero que volvamos a
vivir juntos, pero en nuestra casa y no en este hospital, por momentos siento
que me vuelvo loca pero también sé que ahora yo debo ser tu roca, debo ser
firme para ti y esperar pacientemente a que venzas a los demonios que te
encerraron en tu propia mente, comienzas a escribir de nuevo y eso es un gran
avance, yo creo que esa es la mejor manera de exorcizar a los monstruos de tu
cabeza, atrapándolos en el papel y después compartiéndolos con los demás,
mientras más
gente lea tus escritos mayor es la fuerza que pierden esos demonios. Esta carta
no es desalentadora, al contrario, mis esperanzas vuelven con más ímpetu que
nunca.
Quisiera que como Audra regresó a
Bill tú regresaras a mí, pero yo no tengo a Silver ni puedo llevarte a dar un
alocado paseo por las calles de Derry, no puedo encontrar la forma de traspasar
la niebla que invade tu mente, tu increíble mente tan llena de historias,
monstruos dirían algunos, genialidades, lo llamó yo.
Tengo un plan para hacerte
regresar, no se lo he contado a nadie porque es tan loco que van a querer
internarme a mí también; cada que lo pienso mi mente racional me grita que es
una locura pero precisamente por eso es que estoy segura que funcionará, cuando
estoy en tu habitación y suena mi teléfono siempre te pones alerta, y me miras
como esperando que la llamada sea para ti. Hice una grabación, en ella esta
nuestra canción y te digo cuánto te amo, cuánto necesito que regreses a mi, a
nuestras vidas, ¡oh Dios, has que esto funcione por favor!. Voy a hacer que
suene el celular, y cuando tu mirada este atenta en la mía, me voy a acercar a
ti y te voy a decir: “para ti amor, pa pa ti ti”… después de todo It no es el
único libro de Stephen King que hemos leído juntos.
Tu Audra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario