Preciada:
¿Qué he hecho yo para merecer tu
amor?
¿Qué acto del destino a sido tan
mezquino y egoísta cómo para hacerme acreedor de tu hermoso cariño qué con
tanta energía profesas en tu carta?
El leerla provocó en mí infinidad
de cosas. Quise reír, llorar, saltar, correr, gritar, besar, morder, amar. Me
hubiese gustado tenerte frente mío, para mirarte fijo y coincidir contigo en un
abrazo que dejara ver cuanto me emocionó tu escrito. Porque tan solo con eso
puedo retribuir tu amor.
Rogué a todos los dioses que alguna
vez hayan pisado este abyecto planeta que no fueras vos quien hubiera escrito
eso. A pesar del anonimato, se quien sos. Tú forma de relatar; cada coma, cada
acento, y la cadencia del escrito, resultan inconfundibles para mí. No soy un
experto, pero pude sentir tus palabras venir hacia mí como una gran tormenta
que desbarata hasta el más firme castillo.
Hablaste de mi mirada, y estoy de
acuerdo con vos: la mirada es el primer paso para desnudar lo que llevamos
dentro. Es el primer contacto que nos pone tal cual somos ante los demás. Y si
me hubieras mirado como realmente debieras, te habrías dado cuenta de que no
puedo corresponder a tu amor. Con infinito dolor y herida tristeza, tengo que
decirte que lo que siento por vos no es análogo a lo que sentís por mí.
Te pido disculpas, tan solo eso
es lo que puedo hacer. Lo último que quiero es que sufras por quien escribe
estas letras, alguien sencillo que busca hacer las cosas de forma correcta, que
espera tu felicidad tanto como la suya propia, y aguarda a que todo siga bien
entre ambos.
Sin embargo, no puedo pedirte que
continuemos igual, porque tal vez para vos no sería lo mismo. Por lo menos
espero que puedas sonreír al estar a mi lado, que sigas siendo mi amiga y
compañera en esta aventura algo inesperada y extraviada que se llama vida. No
me asusta que me declares tus sentimientos, si me asusta perderte de mi lado.
En una de esas, te preguntás el
porque de mi sentir. Y es que no quiero mentirte, no a vos.
Hay alguien más.
No pude evitarlo, te pido perdón.
Y mentirte sería vil de mi parte, no quiero hacer eso. Siempre estuve al lado
tuyo con la verdad, y esta carta no pretende faltar a la misma.
La otra persona pertenece al
Edén, hay otra bruta que tiene mi corazón. Fue algo muy
extraño lo que pasó por mi cabeza cuando la vi, cuando la empecé a conocer y
tuve que escribirle una carta como vos lo hiciste conmigo. Dicen que el amor no
se busca, aparece, y puede que sea verdad.
Decirte su nombre no serviría de
nada, además de que el tiempo será quien la revele. Mucho menos servirá
contestar tus preguntas, que tal vez sean muchas.
Tan solo dejémoslo así.
Prefiero que sigamos adelante sin
rencores, queriéndonos como siempre lo hemos hecho más allá de las incidencias
que acaecen ante nosotros. Sé que te pido mucho, demasiado tal vez.
Sin embargo, te conozco. Estoy
muy al tanto de la clase de persona que sos, de tu fortaleza a la hora de
superar adversidades.
Me despido con pesar pero también
con esperanza. Quiero que sigas estando a mi lado, que sigamos compartiendo lo
que teníamos. Me gustaría decirte que nada va a cambiar, pero sería mentirte y
te repito: siempre quise ir con la verdad.
Te mando un fuerte abrazo.
Te quiere mucho.
Me gustaron muchas frases de esta carta. Felicidades al autor!! :) Camila
ResponderEliminar