Por Cherman Sanz "aka" Velvet Revolver.
Para Angie Leal Rodríguez:
Los dioses me arrastraron hacia tu ribera, paraje de
historias y leyendas. Enamorado quedé desde un primer momento de tu prosa
punzante y certera, mas jamás imagine yo entonces que detrás de tan centellante
mente se escondería la más bella de las mortales ¡Ay! Como perfora el recuerdo
pertinente mi coraza, al concebir ahora detrás de mis ojos tu imagen ¡Dioses
malditos! Que me arrastran al pecado de tan imposible ensueño, pues amarte se
ha convertido en una pesada carga.
El silencio es hoy mi aposento, la soledad mi reino
y el mundo, mi cruz ¿Cómo derramar una vida que alguna vez fue plena por una
inconsciente acción del corazón? ¿Cómo? Pues efectivamente alguna vez creí
amar, sentir el otro cuerpo formar junto a mí un complemento, una unidad ¿Pero
ahora? Ahora todo eso pertenece al
pasado. Mi estrecha corriente de pensamiento de pronto se ve asaltada por
preguntas cobardes y respuestas que dejan grandes vacios flotando en el aire,
todo parece de golpe dilatarse, extenderse irrevocablemente y al final, al
final tú.
La verdad se ha revelado finalmente ante mí y no
puedo pretender mirar hacia un costado, pues si esto es solo un acto de locura,
una infame jugarreta de mis sentidos, pasará. Pero si por el contrario, es esa fuerza
incomprensible que hala los hilos de nuestras almas para unirlas en el júbilo
de la eternidad; seré poseedor de la más grande riqueza que se ha provisto para
el hombre alguna vez.
No temo princesa dejar mi pasado rezagado, temo a
las consecuencias de ese suspenso indefinido, al cólera kármico que se pueda
proyectar en mi camino a causa de ciertas promesas rotas. Mi mujer, temo que
ella no toleraría nuestra separación ¡Pero la razón, esa entrometida no siempre
me habita! Por eso este mensaje epistolar que llega a tus manos y penetra tus
ojos, esos negros ojos de ébano que guardas tímidamente bajo el cristal de tus
lentes. Temo sirena de mi desamparo, que solo tú tienes la clave de mi destino,
en ti reside el futuro de mis días.
Si supieras la extensa y ancha franja de tiempo que
vengo sucumbiendo en la desesperación de este imposible, de este letargo sueño.
Si comprendieras seguramente afloraría naturalmente en ti cierto cariño
incondicional, quizá fruto de la misma pena al conocer las penurias por las que
he tenido que pasar al amarte en tan amargo exilio. Pero que, por inmutable
orgullo omitiré narrar.
Sin embargo colosal belleza de la creación, inmensa
es tu sombra sobre mí. No puedo simplemente quedar esperando a tu respuesta,
sopesar calladamente el peso del silencio. Imploro tengas en cuenta mi
sinceridad y no tomes por desesperada, ni por cobarde mi medida. Muy dentro, en
el fondo de mi pecho, le alcanza a mi corazón con saber que al menos ahora
conoces la verdad de lo que siento.
Sin más molestias, me retiro con estas palabras que
humildemente he escrito para ti, inmortal ninfa de mi edén.
“Quisiera
amarte más allá del paso de los hombres
y
desterrar en aquella eternidad, toda la locura del recuerdo
concentrado
en esta vida desgraciada
que
es amarte en las penumbras del silencio.
En
la nada misma resuena el eco de mis pensamientos, llamándote
¡Llamándote
amada mía!
Amada
mía escucha bajo el manto de este cielo,
en
la noche profeta del destino y de los desamparados,
te
dirá que en el mañana
aquel
que está más allá de nuestra luna,
un
alma que hoy es miserable y pequeña
¡Sera
más allá de nuestra luna mañana!
Un
amante que corromperá tu ente
y
aunará los cuerpos celestiales, para formar de uno más uno
simplemente
uno.”
P/D: Mañana no habrá sol si no te tengo.
Me Encanto la posdata :) ! Cami
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