Sebastián acudió a la cita con un
poco de retraso. Carmen lo esperaba sin presiones, tranquila. Tenía un libro en
la mano, “Mujercitas” de Louise May Alcott y se reía a carcajadas con el
episodio de “Cuadrillas y Correos” cuando Elesgaray entró en los cuarteles del
Edén. Carmen levantó la vista y se encontró con la mirada risueña del escritor,
quien la observaba divertido.
Entre disculpas y risas se
prepararon mates y cafés, se acomodaron sillas y cojines y Carmen encendió la
grabadora.
—¿Estás nervioso? —preguntó ella.
—Un poco —contestó él mirando a la mesa—, casi nunca hago
esto.
—No te preocupes, Sebastián —lo tranquilizó Carmen—. He
hecho varias entrevistas antes y todos han sobrevivido. Seré gentil—agregó con
un guiño.
Hablemos de… trabajo literario:
¿Cómo te sientes con una obra ya
publicada?
Contento. Lo cierto es que faltan palabras para describir en concreto
cómo me siento, pero no dejo de pensar en el camino recorrido y en lo genial
que es tener algo propio impreso.
¿Cómo surgió la idea de “Tierra
de Nadie”?
En realidad iba a ser un cuento. Fue una tarde en una plaza. Necesitaba
hacer tiempo hasta que me pasaran a buscar y tenía mi cuaderno y un bolígrafo.
Me preguntaba cómo sería ver esa plaza sin gente, sin nada que lo rondara. ¿Qué
podría pasar para que estuviera vacía? ¿Qué clase de catástrofe asolaría la
ciudad para que no quedara nada? Empecé en ese mismo momento, y mientras
pasaban los días y seguía escribiendo me di cuenta de que podía ser más grande.
Fui agregando personajes, y así, la novela fue tomando forma.
¿Qué tanto de Sebastián Elesgaray
encontramos en tu libro?
Todo, sino no sería mío, jajaja. No, en serio. Cada personaje es una
parte de mí, de mis valores y de mi forma de ver las cosas. El argumento está
pensado como un recorrido por la ciudad en la que vivo, La Plata; pero desde mi
perspectiva, claro. Creo que encuentran todo de mí en el libro, ya que vuelco
muchas cosas que siento o he sentido para darle forma a lo que sucede en la
historia.
Escribir una novela es un reto
para la mayoría de los escritores… ¿Fue así para ti?
Sí, por supuesto. La primera duda que surgía era: ¿cuánto tiempo puedo
dedicarle a algo tan largo sin saber qué posibilidades tengo de sacarlo
adelante? Creo que el mayor reto era no saber qué futuro le deparaba a la
novela. Más allá de eso, yo sabía que siempre estaba la posibilidad de subirla
a Internet y tener mi devolución desde ese medio, pero el deseo de llevarla a
imprenta era enorme. Después surgían dudas sobre el tono de la novela, el
camino que estaba tomando, mi forma de escribir; y un sinfín de inconvenientes
que he ido esquivando o enfrentando, según lo ameritaba cada uno.
¿Te ha sorprendido el
recibimiento que ha tenido “Tierra de Nadie”?
¡Mucho! Desde internet hasta La Plata. Tengo la suerte de trabajar en
el centro, y algunas personas de librerías conocidas me han comentado que al
libro le está yendo muy bien, así que contento. También me sorprendió el
impacto que tuvo en Taringa o Facebook, donde la página llegó muy rápido a más
de cuatrocientos “me gusta”.
¿Quién o quiénes te apoyaron en
esta travesía?
Bueno, ellos aparecen en los agradecimientos, pero siempre tuve plena
confianza de mis amigos y mi profesor y compañeros de taller literario. Ellos
son muy atentos al leerme y saben hacer hincapié en correcciones justas.
Suponemos que este es un género
con el que te sientes cómodo. ¿Es así? ¿Y, por qué?
Sí, me siento cómodo. Tal vez porque mis gustos van por este tipo de
cosas, junto con el terror y el fantasy.
Sin embargo, no espero estar siempre a la saga de escribir historias de este
tipo. No es que vaya a negarlas, pero no me veo como un escritor
post-apocalíptico/distópico/ciencia ficción.
¿Cuál es el género que te pone
en apuros?
En una ocasión tuve que escribir un cuento romántico para “El Edén de
los Novelistas Brutos”. Era parte de una consigna de juego literario. No me
sentí cómodo haciéndolo, aunque debo decir que me quedó bastante bien y obtuve
el primer lugar en las votaciones del público.
Aparte de “Tierra de Nadie”, ¿hay
algún otro trabajo que te haya representado un reto?
Todos. Muchas veces tengo la idea pero ni sé cómo empezar. Otras me
quedo en blanco a la mitad y tengo que hacer alguna otra cosa para tratar de
destrabarme. Escribir me representa un reto constante de querer mejorar, y a
veces, no saber bien cómo.
¿Has trabajado con otros
escritores?
No. En una ocasión casi escribo con George Valencia, pero el ejercicio
quedó trunco por razones personales. Sí he tenido que escribir bajo consignas
de otros, pero nunca he trabajado concretamente con nadie. No hay ninguna razón en particular,
simplemente no se dio.
¿Sigues algún método o proceso
para escribir?
No tengo ninguna rutina. A veces escribo con música, otras en silencio.
Incluso hay ocasiones donde tengo Facebook conectado, y entre párrafo y párrafo
lo voy revisando e incluso chateando si se da el caso. Lo que sí, siempre
escribo en computadora. Tengo una letra horrible y soy de corregir mucho, de ir
y venir.
¿Cómo te llegan las ideas?
Tal vez sea la eterna pregunta a los escritores, jajaja. No lo sé bien.
Lo que siempre me pasa es preguntarme: “¿qué pasaría sí…?” Esa pregunta surge
de disparador muchas veces. En “Tierra de Nadie” la pregunta era: “¿qué pasaría
si la plaza está vacía y con cadáveres tirados por todos lados?”.
¿Cómo llegaste a Ediciones B? ¿Y
qué consejos les das a los escritores amateurs?
A Ediciones B llegué por intermedio de mi profesor de taller literario,
Leo Batic. Él hizo llegar mi novela a los lectores de la editorial.
Creo que el mejor consejo para escritores que quieran publicar es que
tengan un proyecto claro para ellos, una novela de la cual estén contentos de
presentar. Lo ideal es tener en las manos algo terminado, concreto, que se sepa
dónde llega y que se quiere lograr. La predisposición para aceptar correcciones
y críticas debe ser fundamental, porque la editorial (la buena editorial),
busca trabajar con el escritor.
Hablemos de… gustos literarios:
¿Cual(es) es(son) tu(s)
escritor(es) favorito(s)?
Stephen King es mi escritor favorito. No solo por gusto, sino también
porque es del que más he leído. Pero no puedo concretar un grupo, porque
siempre están apareciendo escritores que me hacen pasar buenos momentos. Que se
me vienen a la cabeza ahora puedo nombrar a Poe, Stevenson, Martin, Zafón,
Rothfuss, Gaiman, Arlt, Cortázar, Orwell, Bodoc, Batic, London, Matheson,
Martínez, Asimov, Wells.
¿Qué libros te han marcado y por
qué?
“Cementerio de Animales”, de Stephen King. Un libro de puro terror,
escrito con un pulso genial e impecable. Cada vez que lo leo no puedo soltarlo,
y por lo general es el primero que recomiendo del autor, junto con
“Apocalipsis”. También me impactó mucho “El Club de la Pelea”, de Chuck
Palahniuk, por su sencillez que no descuida la profundidad del mensaje en
ningún momento. “El Corazón Delator” de Poe siempre me fascinó. Esa forma
apremiante en la que nos pone en clima sin dejar de lado un suspenso creciente.
También recuerdo que me volvió loco “A Sangre Fría”, de Truman Capote. Es un
relato de una crudeza increíble, donde el narrador es una figura casi
excluyente, como una especie de dios que observa todo desde una lupa limpia y
cristalina. “La Saga de los Confines” de Liliana Bodoc me movió las ideas, y
terminó de hacerme conocer un rasgo del fantasy
que no tenía muy en claro: el del ámbito nacional.
¿Qué opinas de las adaptaciones
literarias al cine?
Amo el cine. Disfruto muchísimo de una buena película. Y el cine se
nutre de los libros, y creo que está bien. Lo que no me cierra es que muchas
veces las adaptaciones buscan ser cien porciento fieles, y el público piensa
que quiere eso, y resulta un producto medio blando, perdido, porque los
recursos literarios son distintos a los cinematográficos. Ambos artes tienen
lenguajes distintos, las búsquedas van por otros lugares. Hay que saber
sentarse a disfrutar una película adaptada, saber que es harto probable que
nuestra imaginación sea distinta a la del director o el guionista de cine. Esto
no quita que haya errores, adaptaciones terriblemente erróneas y asquerosas;
así como joyas como “The Shining” de Kubrick, “The Fight Club” de Fincher o
“Watchmen” de Snyder.
¿Qué libros te gustaría
conseguir que no hayas podido tener aún?
Hoy en día, teniendo un Kindle,
casi cualquier lectura está al alcance. Nunca fui bibliófilo, no tengo un
ejemplar en la cabeza que quiera y no haya podido conseguir.
¿Cuántos libros lees en promedio
al mes?
Debo estar entre dos y cuatro, dependiendo la longitud de cada libro.
El trabajo y mi propia escritura no me dejan todo el tiempo que quisiera.
¿Cómo eliges tus lecturas?
Cualquier camino es válido: por recomendación de alguien que sé que
tiene un criterio parecido al mío, por meterme en una librería a ojear y
terminar comprando, por la sinopsis, críticas en internet o en Facebook, por
Goodreads.
Describe tu biblioteca personal.
Lamentablemente no es todo lo grande que quisiera, pero es variada y
eso es algo que siempre me he propuesto. Por suerte hay muchos autores, aunque
el que predomina es King. Soy muy ordenado, y trato de limpiarla seguido;
aunque también soy vago y odio limpiar. Además hay varios comics, entre los que
destacaría “Watchmen” y la saga de veinte tomos de “Batman” publicada por
Clarín.
¿Qué hace Sebastián para
divertirse?
No tengo ninguna extravagancia o gusto insólito, creo que hago más o
menos lo que cualquiera: cine, películas, series, salidas, lectura, pasar rato
con amigos o mi novia, internet. Por supuesto, escribir también representa una
diversión en todo esto.
Describe una tarde perfecta.
Que me pasara a buscar Bilbo Baggins por casa y diéramos una vuelta por
la Comarca. Después, si no llega tarde, tomaríamos el té junto al Conejo
Blanco, con invitados de lujo como Búho Nocturno, Iorek Byrnison y Winston Smith. Posteriormente, lo ideal sería
ir por el Camino del Haz rumbo sur, hacia las Tierras Fértiles. Si me acompañan
Roland de Gilead y Tyler Durden, mucho mejor. Entrando la noche, haríamos una
fogata y nos sentaríamos alrededor a tocar la guitarra y compartir anécdotas.
¿Cuál es tu color favorito?
Negro.
¿Qué meta te falta cumplir? ¿Y
qué tan cerca estás de ella?
Creo que hay varias todos los días, pero voy a de a poco y pensando en
cada paso. Por ahora, terminar mi segunda novela y tratar de llevarla adelante
para que sea publicada.
¿Qué lugar te gustaría conocer?
No soy un fanático de los viajes, pero Grecia sería un lugar genial, y
tengo cierta predilección por Finlandia y los países de Escandinavia.
¿Qué te gustaría cambiar de tu
vida actual para dedicarte a lo que te gusta?
Trabajar de escritor 24/7 sería un sueño, pero tampoco me desespera
cambiar mi situación.
¿Si te encontraras al genio de
la lámpara… cuales serían tus tres deseos?
(Se queda en silencio, pensando…
abre la boca para contestar y no dice nada. Al final se encoje de hombros y
niega con la cabeza)
Describe a Sebastián en 10
palabras.
La entrevista terminó como empezó, entre risas
y bromas, Sebastián sigue siendo el mismo jovencito sonriente que llegó una vez
al Edén y realzó la calidad de los ejercicios. Siempre nos sentimos orgullosos
del buen material que ETCL ha mostrado y ahora estamos como abuelitos al tener
el fruto del esfuerzo de Sebastián Elesgaray en las librerías.
Ahora Carmen tiene solo una
pregunta más para Ediciones B: ¿Cuándo llegará “Tierra de Nadie” a México? ¿Eh?
¿Eh? ¿EH?
Felicidades por tu éxito Sebastián. Todas las entrevistas a Escritores me hacen sentir nada normal entre ustedes jajaja.
ResponderEliminar