lunes, 5 de octubre de 2015

Overschie


Seudónimo: Beatriz Irlanda.
Autor: Asier Rey.


¿Quién me puede dar otra botella? ¿Quién puede saciarme del mismo modo? Ah, mi vieja aldea, ¿por qué quieres abandonarme? Vivo casi ciego, todo son sombras en mi mirada y tú, tú, te empeñas en emerger de la nada ante mis ancianos ojos.
Yo te pinté; sí, te plasmé sobre un lienzo en toda tu plenitud, tu asquerosa y nauseabunda negritud. Eran nuevos tiempos, donde todos intentaban ser alguien en la bulliciosa París y muy pocos conseguían sobrevivir a su alocado frenesí. Llegué a la ciudad epatado, como un niño maravillado con los candiles y las velas que convertían aquella villa en la Ciudad de la Luz. Luché por hacerme un hueco, me codeé con los maestros, me aferré a mis pinceles. Entonces, tú apareciste de entre mis recuerdos para darme una idea que mostrar al mundo entero. Un cuadro irrepetible.
Pero el tiempo pasó, yo envejecí y tu otrora oscura silueta se iluminó con las bombillas que comenzaban a asomar por todas partes. Ya no eras la ciudad encantadora que conocí... solo una aldea mal alumbrada.
Ahora, empapado en alcohol, venero tu recuerdo que me abandona lentamente hasta casi desvanecerse. La oscuridad, tu oscuridad, termina por poseerme.

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