Seudónimo: Mike Noonan.
Autor: Carlos Ultraman.
Duerme. Duerme hija
mía y sueña. Sueña con las luces destacando los colores y los brillos. Con los
mármoles inmaculados, con la plata reluciente y el oro enceguecedor. Sueña el
sonido de las perlas tintineando
mientras acarician pieles lustrosas y deseables. Que en tu sueño haya un joven
elegante y apuesto ofreciéndote su mano para que bailes con él en ese salón
infinito. Que tu respiración se acompase al vals que flota entre el laberinto móvil de parejas que recorren la
pista siguiendo las instrucciones invisibles de la melodía.
Quiero yo, hija mía, que en tu sueño salgas al
balcón junto a aquel joven y que juntos
miren la luna grande y blanca, que sientan la brisa que viene del bosque y los
envuelve y perfuma.
¿Sueñas con ser besada, hija mía? ¿Es así?
Claro que si. Por eso oyes los vítores que llegan desde el salón. La ovación,
Los aplausos. El fragor de los invitados exaltados por tu felicidad.
Si, hija mía.. Te aclaman. Te adoran. Te
idolatran.
Es tu noche.
Es tu sueño.
Sigue allí hija mía.
Allí donde no hay
turba acosando nuestro hogar ni guillotina esperando por nosotras.
Magnífico. Un microrrelato magnífico. Ese final tan contundente me evocó las figuras históricas de la reina María Antonieta y de su hija, Madame Royale. No sé si eran las que tenía en mente su autor/-a. Mis felicidades al/a la mismo/-a.
ResponderEliminar(Una observación nimia, por si el/la autor/-a desea corregir el texto: el vocativo "hija mía" debe separarse mediante comas del resto de la oración)