Erotismo en Bariloche

Por Ricardo José Vega.

Cuando tenía yo 18 años, fui por vez primera a Bariloche.

Estaba alojado en un lugar muy distante del centro.

Con mi flamante documento de identidad,

que me habilitaba a visitar casas nocturnas,

entré a un tipo de boite , donde había parejas,

pero tambien mujeres solas,

la mayoria claramente profesionales de las artimañas de Venus.

Me apasione instantaneamente por una que parecia Claudia Cardinale.

Cabello corto , sonrisa amplia y franca , dientes luminosos , radiantes…

cuerpo armonioso y elástico , aunque algo  generoso en los estratégicos lugares…

ojos picantes, almendrados…

llenos de promesa y misterio nocturno;

la  nariz respingada y holluelos en las mejillas , daban un chocante contraste

por tener  un toque de  juvenil malicia…de brisa de Primavera.

En fin … recuerdo que me dije …Esta chica es …un candelabro italiano…

un anónimo veneziano… y al mismo tiempo un  budincito a la crema …

chocolate en rama con  pistachio !!!

 Hice un “aproach” convencional …que a mí me pareció , originalísimo (incluía guiño de ojo y sonrisa “canchera”) y despues de una bebida , combinamos un encuentro.

Como ella ya tenia compromisos marcados ,  me citó para las 5hs de la madrugada !!

Perambulé por incontables bares, bebiendo café  y chocolate caliente, hasta las 3.30hs.,

cuando cerraron todos los locales públicos, excepto la maldita boite,

a la que  acabé  entrando nuevamente, para verla a ella (se llamaba Girondina),

compartiendo una mesa, y una botella de whisky Grant´s, ya casi vacia,

con dos americanos altos , portadores de sombreros texanos y camisas a cuadros

con ridículos lazos coloridos , como si fueran corbatas de moño,

bajo sacos de piel gamuza al estilo cheyenne.

Ella me miró dos veces como si yo fuera invisible o transparente .

A las 3,45 hs salieron los tres  riendo , y ella abrazando a los dos alternativamente.

Sentí un desmoronamiento interior.

Un sentimiento de rabia , angustia y autopiedad, me invadió.

Me consolé con tres whiskies dobles (el último con Coca Cola).

A las 4,30hs. me echaron para cerrar.

Salí a la calle y el viento helado me estrangulaba.

El viento giraba y Bariloche tambien , en mi aturdida mente rencorosa .

Hice refugio en unas cabinas plasticas  ,que había en el punto de espera de mi ómnibus ,

que solo circularía a partir de las 6hs. 

A las 5hs, para moverme un poco , caminé hasta  la boite ….y alli estaba ella,

abrigada en una piel y fumando,  protegida por el amplio y profundo umbral de la entrada.

Me sonrió esplendidamente …

“Creí que no vendrías …balbucié aterido y borracho ”

“Por que no?!!” – respondió con énfasis – “soy puta, pero tengo palabra!!!”

Me llevó a su casa…pequeña , limpia , acogedora y encantadora como ella ;

me prestó un piyama -que,  sabe Dios de quien sería ,

y mientras ella iba al baño y se duchaba … yo me acosté en la ancha cama doble …

y  dormí profundamente…

Ella  se acostó a mi lado pero no me tocó , ni molestó mi sueño.

Algunas horas mas tarde desperté…Girondina todavía dormía y yo entonces…  me vestí en silencio.

Cuando abrí la puerta del cuarto, casi llorando… se despertó… y pidio que me acercara.

Me besó en la frente y dijo estas palabras que se me grabaron en fuego :

” – no estés triste…

fuiste lo único limpio que me pasó esta noche”.

Y así… me fui como había llegado, llevando un confuso sentimiento… el  peso de una frustración…

algo así como haber  pateado  un penal para afuera… pero dejando atrás un hálito blanco,

 - casi una estela -  por llevar, para el recuerdo…

 un sueño inoportuno… involuntario… inocente y compartido.