Leía
el periódico sentado en la mesa de la cocina.
Enrique Estrada Castillo vuelve a
hacerlo.
No contento con no poder mencionar tres
libros que le hubieran marcado durante su vida, el candidato presidencial ahora
afirma que desconoce el precio del kilo de tortilla porque no es “el ama de
casa”
Levantó
la vista hacia su mujer que se movía frente a la estufa.
—¿Puedes
creer a este pendejo? Cualquiera creería que sus asesores son los mejores del
país, pero ya ves.
—Ya
sé viejo, ¿no es por eso que vas a verlo hoy?
—Si,
y yo definitivamente soy el mejor asesor del país.
Rieron
juntos por un rato, él se levanto y en el camino hacia la puerta tomo su
maletín y la bolsa de regalo que estaba a un lado.
—¿Estas
seguro de querer llevar eso?
—¡Claro!
Quiero comprobar su sentido del humor.
—Tú
sabrás, ten un buen día viejo.
—Tu
también vieja, te marco más tarde.
Salió
de la casa, el chofer/guardaespaldas lo esperaba afuera del auto, le abrió la
puerta y se subió, siguió leyendo el periódico durante el recorrido hasta la
oficina de Enriquito.
La
oficina se encontraba en uno de las mejores colonias de la capital, el edificio
era alto y moderno, se encamino hacia el elevador y subió hasta el último piso,
al abrirse la puerta lo primero que saltaba a la vista era la secretaria tipo
modelo que estaba tras el escritorio de la recepción, se pregunto si realmente
haría algún trabajo o si solo era una cara bonita para impresionar.
—Hola
lindura, tengo cita con el Licenciado.
—Si,
Licenciado Pérez, el Licenciado Estrada lo esta esperando, permítame un
momento. —La chica tomó el auricular del teléfono y pulsó algunos botones— Licenciado,
su cita de las nueve esta aquí. —Escuchó por un momento— Si Licenciado,
enseguida. ¿Puedo ofrecerle algo de tomar Licenciado, un café, agua?
—No,
muchas gracias.
El
intercomunicador emitió un pitido y la chica levanto la vista para mirar al
visitante.
—Puede
pasar Licenciado.
—Gracias.
— Se dirigió hacia la pesada puerta del despacho particular del Candidato
Presidencial, tocó una vez y abrió, sin esperar respuesta.
—¿Qué
pasó mi Quique? —saludo extendiendo la mano para estrechar la del hombre
sentado al otro lado del escritorio, rondaba los cuarenta años y se consideraba
guapo, llevaba el característico peinado con el copete muy tieso, incluso los muchachitos
habían empezado a copiar el corte, se sentía muy orgulloso de eso.
—Todo
bien Juanito —respondió.
—Aquí
le traje Licenciado, un pequeño presente —dijo entregándole la bolsa con el
regalo— uno más para la colección. Estoy seguro que Santa te trajo muchos de
estos este año.
Enrique
sonrió y tomo la bolsa de regalo, metió la mano y sacó un ejemplar nuevo de “La Silla del Águila” de Carlos Fuentes.
—No
mames cabrón —dijo tirando el libro a la papelera— una bromita más sobre los
pinches libros y olvídate del puesto en el gabinete que tanto quieres.
—No
te enojes Quique, este es tu regalo de verdad. — Y le dio una botella de Whisky
Ballantine's 17— Ya sabes que solo es una broma.
—¡Una
broma! Ya estoy hasta las narices de esta broma, fácil me dieron diez
ejemplares de este libro, sin contar otros títulos y los miles que llegaron a
mi oficina de todas partes del país, pero bueno, ya tengo gente ocupándose de
eso y ni una palabra más sobre el asunto y que ni se te ocurra preguntarme cómo
esta mi hija porque no sales de aquí.
Después
del asunto de los libros, la hija mayor del Candidato había hecho circular un
tweet que poco ayudo a su padre.
—¿Cómo
crees? Ni siquiera se me había ocurrido. —Contestó sonriendo nerviosamente.
—Bien,
del asunto que te encomendé ¿qué noticias me traes?
—Aquí
están los expedientes de los prospectos para Jalisco, —dijo poniendo cinco carpetas frente al
Candidato Presidencial— el que es una apuesta segura es el de la carpeta roja,
es el Alcalde de Guanatos pero en cuanto digas pide licencia y listo, tiene
mucha gente que lo sigue, liberales, jotos y mierdas de esas, nada de mochos.
—Bien,
si tú dices que él es el que nos conviene, avísales y que esto camine. —Abrió
la carpeta roja y se puso a estudiar el contenido, se detuvo en la foto que
mostraba al prospecto y sonrió — Incluso me gusta su peinado.
—Hecho
mi Quique. ¿Algo más?
—Si,
no soy tu Quique ni nada por el estilo —dijo levantándose de su asiento e
imprimiendo todo el tono autoritario que pudo a su voz— soy el Licenciado
Estrada en público o en privado ¿entendido? O ya de plano Señor, si traes mucha
prisa.
—Si
señor, —contesto nervioso— voy a hacer las llamadas necesarias.
—Bien,
muy bien, te veo en una semana para ver cómo va eso.
—Si
señor, adiós. —Dijo cerrando la puerta tras de él.
El
Candidato se sentó y sonrió, todo iba marchando muy bien, ahora solo tenía que
lograr que los borregos olvidaran la pendejada de los libros y recordaran que
él era le bueno y el guapo, pensó pasando la mano por su cabello para acomodar
el copete, sobre todo el guapo.
En
la oficina de la alcaldía de Guadalajara el teléfono empezó a sonar.
—Oficina
del Alcalde, buenos días. —Contestó amablemente la secretaría — Si, ¿de parte
de quién?, permítame Licenciado Pérez. —La chica apretó algunos botones—
Licenciado, le comunico al Licenciado Pérez. —Colgó el auricular.
—¡Buenos
días Padrino! Que gusto saber de usted.
—Hola
ahijado, buenos días, a mi también me da gusto saludarte y para comunicarte muy
buenas noticias, tenias razón, el pendejo aquel ni siquiera se tomó la molestia
de ver a los otros candidatos, se fue con lo que yo le propuse, le gusta que le
hagan todo el trabajo y ¡felicidades mi’jo! Eres el candidato a gobernador de
Jalisco.
—¡Gracias
Padrino! Ya sabía yo que usted podría lograrlo.
—Para
que empieces a moverte mi’jo, comunícate con todos los representantes de los
grupos esos que te apoyan y empiézales a sacar toda la lana que puedas, primero
para cubrir el detallito que tienes conmigo y después para la campaña, sobre
todo es muy importante que pongas a la prensa de tú lado, no queremos que
empiecen a sacar trapitos sucios al sol, como le esta pasando a Enriquito por
no soltar la lana.
—¡A
que mi padrino, luego, luego cobrando! —Se río— no se preocupe por el
detallito, ese ya lo tengo cubierto, en un rato más se lo deposito y la próxima
semana que vaya a la capital nos vemos para llevarlo a cenar, esto hay que
festejarlo, y una vez que sea gobernador celebraremos mucho más.
—Muy
bien mi’jo, así quedamos. Otra cosa; la gente va a empezar a hablar qué si
Enriquito te escogió porque te peinas como él, que fue dedazo y todas esas
pendejadas. Tienes que hacer algo para distraer a la gente, que piensen en otra
cosa y no en ti.
—No
te preocupes padrino, ya tengo una estrategia pensada, no te la cuento para que
no se me salé, ya escucharas de ella en las noticias. —Se río de nuevo— Te dejo
padrino porque tengo muchas cosas que hacer y gracias por las buenas noticias.
—Ta’bien
mi’jo, seguimos en contacto.
Juan
Sandoval se frotó las manos con complacencia, ahora si iba a entrar a las
grandes ligas, después de la gubernatura lo lógico era la presidencia, y ya
casi se veía como presidente, levantó el auricular y marcó un número.
—Bueno
—una voz soñolienta y enojada contesto al cuarto timbrazo.
—¿Cómo
esta mi hacker favorito, a poco te desperté?
—Licenciado
Sandoval, no, bueno si me despertó, pero no importa, en que puedo servirle.
—¿Recuerdas
el tweet del que hablamos la semana pasada?
—¿En
el que íbamos a poner que los zetas estaban secuestrando niños de las escuelas?
—No
íbamos, en el que vas a poner.
—Si
señor.
—Muy
bien, en dos días vamos a anunciar que yo soy el candidato a gobernador, al día
siguiente quiero que lances ese tweet, y que también utilices Facebook y cuanta
madre se te ocurra para hacerlo circular, ya sabes, poner que le paso a mi
vecina, o a la tía de la sobrina de mi madrina, alguna mamada de esas, el
chiste es que corra y que la mayor cantidad de gente se entere.
—Si
señor, pero ¿no vamos a ocasionar pánico?
—De
eso se trata, recuerda que los ratones bailan mientras el gato no mira. —Se río
satisfecho de si mismo y colgó el auricular
FIN
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GÉNERO:
POLÍTICA.
Realmente
me costó escribir esto, no me gusta este género porque se me hace demasiado
real y muy “adulto”, prefiero la fantasía, pero bueno, hice mi mejor esfuerzo y
espero que a todos mis compañeros brutos les guste.
Esta entretenida la historia, y es buena. Pero como que falta más desarrollo o más espacio, que claro en los ejercicios es limitado. Me quede deseando saber más. Camila. Felicidades, es un genero muy complicado.
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