Seudónimo: Abram Gannibal
Autor: Asier Rey Salas
—Corta el rollo, Ángela Christie —dijo Raúl—, parece mentira que una persona racional como tú crea en esas bobadas.
Autor: Asier Rey Salas
—Corta el rollo, Ángela Christie —dijo Raúl—, parece mentira que una persona racional como tú crea en esas bobadas.
—Ya,
bobadas... bueno, ahí lo tenéis.
El
silencio se adueñó del interior del coche: aquella casa, plagada de hiedras y
con los cristales oscurecidos por el polvo, resultaba terrorífica.
—Vaya
—susurró Sergio— ...es realmente sobrecogedor.
—Ciertamente
—dijo Carmen, con lágrimas en los ojos.
—¿Qué
sucede, Carmen?
—
Nada, Ángela. Se me están ocurriendo tres buenas historias en este mismo
momento. Tres. Después de tantos meses de sequía, ¿no es maravilloso?
Todos
rieron y abrazaron a una emocionada Carmen. La inspiración había retornado a
sus vidas.
Entraron
en la mansión entre crujidos y sonidos vagos, testimonios del tiempo
transcurrido en soledad. Los cinco caminaron hechos uno. Ángela comandaba el
grupo mientras Raúl permanecía atrás, con el labio tembloroso. Ciertamente
hacía frío, estaba oscuro y todo invitaba a escapar. Penetraron en estancias
abandonadas con grandes cortinones, que fueron retirando. Cuando llegaron a la
última habitación, Roberto se frenó en seco, para sorpresa del resto.
—Hay
alguien ahí dentro —acertó a decir.
—¿Qué?
¿Qué dices?
—Ya
me habéis oído. Tenemos que irnos.
—No
vamos a...
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