Seudónimo: Raskólnikov
Autora: Yol Anda
En un paraje ideal para encontrar inspiración, los chicos han tomado la casa y, tras instalarse en sus habitaciones, beben cervezas en el jardín. Una preciosa enredadera sube hasta la ventana de Ángela, para acabar coronando el marco con pequeñas flores rosadas. Raúl la observa imaginando cómo sería...
Autora: Yol Anda
En un paraje ideal para encontrar inspiración, los chicos han tomado la casa y, tras instalarse en sus habitaciones, beben cervezas en el jardín. Una preciosa enredadera sube hasta la ventana de Ángela, para acabar coronando el marco con pequeñas flores rosadas. Raúl la observa imaginando cómo sería...
—¿Qué
ha sido eso? —grita de pronto.
—¡Eh!
¡Qué susto, tío! —contesta airado Sergio—. ¿A qué te refieres?
—Una
sombra —murmura Raúl levantándose de la silla—, hay alguien en la habitación de
Ángela.
Los
amigos se miran sorprendidos. Es cierto que la luz de una lámpara hace que se
distingan algunos muebles de la habitación a través del visillo, pero el
entorno y el viejo caserón dan para que vuele la imaginación. Tras comprobar
las miradas incrédulas de los demás, Raúl se dirige a Ángela.
—Tú
deberías ser la primera en preocuparte —vaticina una voz.
Pero
no es Raúl quien ha hablado. Ni nadie del grupo. El tono suave, incluso dulzón,
se queda flotando en el ambiente unos segundos. Cuando orientan la cabeza hacia
el lugar de donde proviene, observan horrorizados una figura menuda con un
vestido de niña.
—¿No
os han dicho que vivo en la casa?
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