Por Daniel Pérez Rivas.
España
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13-03-1996
-¿Estás segura
de lo que haces?
-Nunca lo había
estado tanto, creo que es la única manera para salir de aquí, aun que tengamos
que esperar 18 años.
Hoy ha amanecido
sin brillos solares, los pájaros no cantaron, sólo se podía llegar a oir el
silencio de las calles.
Al poco tiempo
se escuchó el grito de una mujer, estaba en parto en un hospital, tras las
horas de parto, un nuevo llanto se escuchó rebotando su eco en los pasillos
largos y vacíos.
La madre
sonriendo dijo, Darío, le llamaremos Darío. Dijo el nombre con su último
respiro, feliz de haber podido dar vida a su hijo antes de su muerte. Los
médicos avisaron que esto iba a pasar y aceptaron perder una vida y no dos.
15-09-2002
Darío cumplió
sus 6 añitos en Marzo y ahora le toca pasar por un gran bache, la primaria, su
padre le compró todo el material; Libretas, libros, bolis, lápices, goma,
maquineta etc...
Su padre tiene
52 años, es calvo, con trabajo fijo de carpintero, media jornada diaria de
lunes a jueves, de 15:00 a 20:00.
Són las 9:00,
Darío llega puntual a su primera clase, a lo que su tutor le pregunta.
-He visto que
venías sólo por la calle. ¿Cómo es que vienes sólo al colegio Darío, no ha
venido tu madre a acompañarte?
Darío sin pensar
respondió:
-Mi padre dijo
que mi madre encontró a alguien que le hacía muy feliz en Colombia y tuvo que
marchar.
Los niños
comenzaron a reirse, gritando que su madre no quiere a su padre, que morirá
sólo y tú acabarás sólo.
Darío se va
llorando de clase a su casa corriendo pensando en no volver nunca más.
A la que llega a
casa le cuenta a su padre lo que pasó y se vio obligado a cambiarle de colegio
y a decirle la verdad sobre su madre.
-Hijo, mamá pasó
a una mejor vida cuando tú naciste, es como si ella hubiese dado la vida por ti
y haya transportado su alma en tu corazón para guiar tus pasos.
Darío entendía
lo que le decía su padre, pero no quería creerle, todo el mundo tiene una madre
menos él.
27-10-2008
Darío cumplió
los 12 años y le espera un lugar más difícil que primaria, el instituto.
Aprobó todas las
asignaturas, pero no hizo ningún amigo en todos estos años, así que se sentía
siempre sólo, su padre esta cansado del trabajo, de hacer las cosas de casa, de
estar pendiente de su hijo etc...
Pero algo raro
comenzaba a suceder, Darío tenía el mismo sueño cada día;
Una sala oscura
bajo un silencio espeluznante, algo le empujaba tan fuerte que daba saltos en
la cama por los sustos, hasta que le empujan tan fuerte que se despierta del
sueño con dolor de cabeza y nervios.
Hoy es un día
diferente, Darío tiene que ir al psicólogo para contar a alguien lo que soñaba
a diario.
Al llegar al
psicólogo, una fuerza le echa hacia atrás impidiéndo entrar al edificio, a lo
que se ve obligado volver a casa y esperar a que anochezca para averiguar más
sobre su sueño repetitivo.
La noche se
acerca, las ganas de ir a dormir aumentan en cuestión de minutos, Darío a
diario tiene más sueño que los anteriores días, es como una llamada desde los
sueños, algo que necesita su ayuda urgentemente.
Se cerraron los
ojos, la pesadilla está llamando a tus párpados para que los abras y veas la
realidad ante tus ojos, de nuevo la sala es consumida por la oscuridad, seres
invisibles empujan a Darío de un lado para otro sin parar, cada vez más fuertes
para lograr el objetivo que estos desean.
Las puertas de
la casa golpeaban con fuerza, se abrían y cerraban rapidamente, excepto la de
la habitación de Darío, ésta estaba cerrada a cal y canto.
Los sueños son
cada noche más difíciles de entender, el miedo se apoderaba de su alma poco a
poco.
El instituto
tampoco es de gran ayuda, sus pocos amigos de primaria se fueron a otros
institutos a estudiar y tuvo que conformarse con gente nueva y empezar de cero
su vida social.
17-06-2012
Darío no aprobó
el instituto, así que al día de hoy busca cursos de trabajo para formarse y así
tener títulos y experiéncia en su currículum para poder trabajar y ganarse la
vida en un futuro.
Pero la noche
aún le tiene dominado, sus sueños se han abierto a más información, y aun que
el miedo le tenga poseido, tiene que hacer lo posible para descubrir lo que
está pasando en su cabeza.
Cae la noche y
los pelos se le pusieron de punta cual gato mete sus pezuñas en un enchufe.
Esta noche será diferente a las demás se dice a si mismo repetidamente.
Al posar su
cabeza en la almohada, sus párpados cerraron la vida que vive para abrirlos en
una vida oscura, esos seres comenzaron a empujarle, extiende sus brazos para
analizar la sala, así pues lo único que piensa es que está en su habitación y
va directo a la puerta, Darío abre su mano hacia el mango de la puerta mientras
la cierra para poder agarrarlo y así abrir la puerta, una luz potente sale de
las esquinas de la puerta, abre la puerta de par en par hasta ver un hermoso
paisaje, el sol brilla por doquier, pájaros cantan y vuelan sin parar, el
gruñido de un ser extraño llama la atención de Darío, cierra la puerta y va
corriendo alegremente por la pradera verde, feliz de ver un lugar completamente
colorido y sin suciedad. Tras seguir los gruñidos de ese ser, se topa con un
señor vestido con ropas antiguas, con barbas y gorro de mago, con un bastón más
grande que él.
-Al fin has
venido, has crecido mucho en estos dieciseis años sin verte, sé lo que te está
pasando, tienes miedo, odias tu vida, yo puedo entregarte la felicidad, aquí
mismo tienes y tendrás de todo, una vida de un color, una vida verde esperanza,
no pretendía asustarte con los empujones, pero sólo yo puedo entrar en tus
sueños y guiarte en tu camino. Renuncia tu vida y ven conmigo, te mostraré algo
mucho mejor que el mundo de allí fuera esta pradera verde no es más que un
diminuto ejemplo de todo lo que te espera, tan solo tienes que decir adiós a tu
vida diaria y venir a una mejor vida. ¿Qué me dices?
Darío se siente
sorprendido tras saber que existe una vida dentro de sus sueños, en cuestión de
segundos sus párpados caen en otro sueño, al despertar ve que está en su
habitación de nuevo, otro día aburrido le espera, más largo al saber lo que
pasa en su sueño.
Pasaron los meses
y Darío no dejaba de soñar en ese mundo, cada día tenía más ganas de irse a
dormir antes para poder ver las montañas, el cielo azul, los ríos largos, un
mundo lleno de seres, pero hoy en día, aún sigue pensando en el gruñido del ser
extraño.
15-04-2014
Darío es mayor
de edad, tiene dieciocho años cumplidos desde hace un mes, sigue sin trabajo,
sin cursos, sin experiéncia y sólo vive de sus sueños.
Su padre no está
nada contento con su hijo, no hace nada en casa, no ayuda, no sale de casa a
buscar trabajo, no tiene amigos y se pega todo el día delante del ordenador
buscando información sobre los sueños.
Ya es de noche,
Darío la espera con ansias desde la mañana, los nervios hacen que le cueste más
cerrar los ojos, sólo piensa en volver a visitar ese lugar tan interesante y
encontrar el ser extraño. A los pocos minutos cae en su sueño, va hacia la
puerta y la abre con ilusión, esa luz tan potente que le hace brillar sus
pupilas, el reflejo del sol en los ríos y el sonido de los pájaros,
tranquilizan a Darío en cuestión de segundos, el gruñido vuelve a oírse, esta
vez más cerca. Va de un lado a otro en busca de ese ser, por un momento se deja
de oír y Darío se queda quieto, se agacha por si acaso, al darse la vuelta ve
un cuerpo gordo y grande con alas inmensas, todo de color gris, un cuello súper
largo y una cabeza de serpiente con unos ojos del color del infierno, Darío
comienza a correr hacia la puerta, el ser le sigue volando, entra en su
habitación y se mete corriendo en la cama, se tapa con la sábana hasta arriba e
intenta cerrar los ojos para volver a la realidad.
Cuando
despierta, ve la cabeza de ese ser flotando sobre su cama, señalando a la
puerta moviendo la cabeza, su padre entra en la habitación y le pregunta a
Darío lo que pasa.
La cabeza del
ser va desapareciendo poco a poco hasta que no se deja ver por nadie, Darío
mira a su padre y le cuenta lo ocurrido en su sueño.
Su padre le coge
de la mano y le lleva corriendo al médico, tiene miedo al dormirse de nuevo,
ahora más que nunca quiere que el día dure más, que sea más largo, pero la
noche tenía que llegar en cualquier momento, Darío tenía que dormir en el
médico, él piensa que estará más seguro durmiendo allí.
Al terminar de
cenar, sus párpados comienzan a cerrarse poco a poco, pero no quiere dormir,
tiene miedo del ser, alza su mano y toca al timbre para que venga una doctora y
esté con él durante la noche.
De pronto se
escuchan tres golpecitos en la puerta, la doctora entra a la sala, pero Darío
abre bien los ojos y descubre que no es la doctora, es una señora con
vestimenta de bruja y un gorro de bruja, con una escoba en la mano.
-Hola Darío,
vengo a traerle malas noticias sobre el mundo de tu sueño, soy la creadora de
ese mundo para seres infelices en el mundo real, no sólo era tu sueño, es el
sueño de todas esas personas que no les ha ido bien en la vida y que necesitan
venir a este lugar para vivir mejor dejando en la vida real su alma malvada,
sólo puedo decirle una cosa. Asesino, mataste a uno de los dragones más grandes
de mi mundo, cuando volviste corriendo a tu habitación, no se te olvidó de
algo? Te dejaste la puerta abierta, siempre hay que cerrar la puerta al salir
de ese mundo, mis seres no pueden vivir en el tuyo, por que son felices aquí, y
en el tuyo no lo son, cuando despertaste, el dragón entró en tu habitación y su
cabeza se quedó estancada entre tu mundo y el mío, y no hiciste caso al dragón,
con su cabeza te decía que cerrases la puerta, pero desapareció, tú lo mataste,
tan inocente en tu mundo y eres un asesino en el mío. Que tengas buenas noches.
De repente un
humo hace desaparecer a la señora de la habitación, Darío cae en el sueño, pero
no puede moverse, ya no tiene esos empujones, al rato parpadea toda la sala y
ve de nuevo el mundo de sus sueños, las montañas, los ríos.
Su alma sale de
su cuerpo y se alza ante la pradera y sale disparada hacia lo más profundo del
bosque hasta llegar a una cueva donde posa un esqueleto gigante, es el cadáver
del dragón sin cabeza. El señor del gorro de mago y la señora bruja se le
aparecen.
-Darío,
sentimos mucho decirle esto, pero no podemos consentir que alguien como tú viva
en nuestro mundo, nos quedaremos con parte su alma y te quedarás con la parte
mala en tu mala vida, atento a lo que le vamos a decir, entre dos y tres
palabras, párrafo diez, de arriba a abajo, ahí te espera tu futuro en una vida
más triste aún de la que tienes ahora.
FIN
Consigna: Escribir un relato ―género y tiempo verbal a elección― donde cuentes una historia que creas que va a ganar, inédita, escrita especialmente para el torneo.
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