Litera

Por Luis Eduardo.

Desde el momento que vi la litera plantada en mi habitación (creo que desde antes de que estuviera ahí) no me agradaba en absoluto. Sabía que simple y llanamente se trataba de eso; una litera, mi madre insistió que tuviera una para que mi hermano y yo durmiéramos en un reducido espacio y hace tener más espacio en la habitación. La primera noche en aquella cosa fue de todo menos cómoda, yo extrañaba mi vieja cama. A mi hermano menor no le pareció impór-tale el cambio, de hecho lo acepto demasiado fácil, creo que estaba exageran-do la situación más de lo debido. 

¿Qué piensas de esta litera?-pregunte a mi hermano-¿te gusta? 

-amm pues no me quejo-dijo mi hermano encogiéndose de hombros- te moles-ta la litera ¿verdad? 

-tal vez un poco 

-¿y eso? 

-no lo sé, simplemente me siento incomodo durmiendo en eso 

-ja, tonterías tuyas-dijo mi hermano a la vez que salía de la habitación-nos ve-mos en un rato, saldré a pasear al parque. 

Pasadas la horas me quede solo en casa, mis padres tenían un compromiso y no volverían hasta altas horas de la noche y mi hermano había quedado con un compañero suyo para dormir en su casa. A mí me acojonaba tener que dormir en aquello yo solo, así que decidí quedarme acostado en la sala y tal vez dor-miría en la litera en cuanto mis padres llegaran. Recuerdo que empecé a leer una novela de King en el sofá cuando termine profundamente dormido. Me desperté temprano a la mañana siguiente en la litera, al bajar por las escaleras de mi casa me encontré a mis padres desayunando y mi hermano no estaba en casa aun.  Buenos días-dijo mi madre

-¿Cómo amaneciste hoy?

- bien, gracias 

¿Algo de desayunar?-pregunto mi madre – 

-un ceral estaría bien-dije -por cierto, ¿Quién me llevo a mi habitación anoche? 

-¿de qué hablas? Cuando tu padre y yo llegamos tú dormías profundamente en la litera ¿no?.

Fin