domingo, 12 de junio de 2022

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   No sé desde cuando tengo consciencia. Desde cuando sé que existo. O por lo menos que soy algo, distinto del entorno. Mi percepción del tiempo no es lineal. Se mueve por acontecimientos. Un acontecimiento, luego otro acontecimiento... marcan mi devenir, y se almacenan en mi memoria. Algunos de estos sucesos son muy intensos y extraordinarios, conmocionan todo mi ser metálico, me hacen temblar y me hacen desear saber qué es lo que ocurre. Otros son dulces, se repiten y calman mi alma. Me doy cuenta además de que sé cosas. Nociones, ideas, conceptos que no recuerdo haber aprendido. Tal vez alguien las transmitió a todos los que son como yo. Si es que existen otros de mi especie.

Vivo en un entorno cálido, lleno de humedad. Me resulta acogedor. Aunque a veces me resulta un poco oprimente. Ese entorno me condiciona y me inunda. Tengo una intensa relación con él, pero todavía no sé de qué naturaleza, Intuyo que esto es importante, porque tiene relación con la misión que he de cumplir. A veces me pregunto que hay más allá...

¿Qué acontecimientos me desquician?

El calor, sí, el calor rojo y ámbar. Es intenso y no me deja respirar, Cuando llega me sumerge en un estupor gris que me dobla por dentro. Y nunca logro saber cuándo va asaltarme. Quiero acostumbrarme a él, pero me es muy difícil. Me transmite una angustia que va más allá de su energía. Y me cuesta moverme, mis brazos apenas pueden arquearse... Me resulta difícil explicarlo.

Tras estas crisis suele venir un periodo más plácido. Un periodo en el que me puedo mover mejor, y todo lo que me rodea parece fluir sin problema. Es en esos momentos cuando siento que mi sola presencia en este entorno tiene un sentido, un objetivo que algún día descubriré. Pero sé  que debo tener paciencia, que debo esperar, sentir y ver, y que algún día, tal vez pronto, la revelación me llegará.

Tengo memoria. Recuerdo cosas que sé que no me han sucedido a mi, sino a otros de mi especie. Esto respondería mi pregunta sobre si existen otros como yo, supongo. Sé, o creo saber, de seres semejantes que han vivido una suerte de epifanía. En esa ocasiones, el cielo de su mundo se ha rasgado. Y un inmenso, descomunal ser gris ha bajado hasta ellos, llevándoselos consigo hasta… ¿Donde? No lo sé. Quizás exista un edén para los de mi clase. Quizás solo es la muerte. Pero siento que no es así.

Y lo más extraño….Aunque siento que es una locura, que no tienen ningún sentido, me pregunto a veces si el medio en el que vivo tiene algún componente vital, algún tipo de consciencia. Esto cambiaría las cosas. Porque supondría, creo, la posibilidad de que me pudiera comunicar con ese medio, con esa naturaleza circundante en la que he nacido y con la que me siento tan conectado.

Pasan los meses y los años y no cambio, no envejezco. Ninguna transformación acaece a mi cuerpo. Esto puede suponer que no estoy vivo. Pero si esto fuera así, no podría preguntarme estas cosas.

Quizás solamente debo esperar, y saber, o repetirme, que si he sido creado es por algo. Si existe piedad en este mundo, sabré algún día ese motivo y fin de mi existencia.

Esta esperanza me conforta día tras día.

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El  DIU
Escrito por Senderista gris.

Consigna: Escribe un relato del género que desees con el título de «El DIU».

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